jueves, 31 de julio de 2008

"Una Industria Asesina"


Es estos tiempos, tan cambiantes como lo son los del siglo XXI; una nueva epidemia azota el mundo, el culto hacia la espiritualidad o lo divino se ha visto desplazado por el interés y devoción hacia el cuerpo, estamos hablando de: “La Perfección del Cuerpo”

Una nueva industria está floreciendo a pasos agigantados, el estar bien físicamente ahora es más importante que alimentar el espíritu. Esta “empresa “ tan desalmada y criminal ya se ha llevado consigo la vida de muchos adolescentes ,que soñaron con ser la envidia de los demás, pues sus jóvenes cuerpos no resistieron el martirio al que fueron sometidos.
Aunque suene raro esto no ha disminuido en nada las ganancias de empresas dedicadas a la “perfección corporal”, en vano resultan los esfuerzos empleados en las campañas que se realizan alrededor del globo, pues esta industria empieza a copar en mayor demanda las publicidades en los medios de comunicación.

Si nos fijamos bien, ahora la televisión se encuentra invadida de diversos anuncios de este género, productos tan singulares que van desde “AUMENTE SU MASA MUSCULAR EN UNA SEMANA” (algo más alucinante que ver a Perú en el mundial), hasta “OBTÉN EL CUERPO QUE DESEAS CON DOS PÍLDORAS DIARIAS”, no dejan de recordarnos que podemos ser unos Adonis.

Es posible que esto sea un rasgo característico de esta sociedad contemporánea en la que vivimos, la cual necesita de estar a lo moderno como una señal corporal de distinción social, pero debemos estar consientes de que este “bien” que pudiéramos alcanzar es pasajero pues tarde o temprano “todo lo que sube baja”, y como nosotros no somos la excepción, de que nos servirá tanta perfección sin algo en nosotros que realmente nos haga valer como personas.

lunes, 21 de julio de 2008

Acabo La Espera


Tras cuatro largos años de ausencia de la pantalla chica, vuelve por todo lo alto esta vez convertido en un largometraje, la aclamada serie “SEX AND THE CITY”.

Una vez más miles de fanáticos tendrán la posibilidad de volver a ver juntas a Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker), Charlotte York (Kristin Davis), Miranda Hobbes (Cynthia Nixon), Samantha Jones (Kim Cattrall) en alocadas situaciones , que en definitiva sorprenderán a mas de uno.

El filme retoma la acción donde culmino la serie, hace cinco años, con Carrie y, el escurridizo y guapo Mr. Big(Chris Noth) juntos; Samantha en Los Ángeles con su novio; Charlotte y su marido ,confiable y cariñoso (Evan Handler), criando una hija adoptiva china y Miranda en Brooklyn con su marido Steve (David Eigenberg)e hijo.
En esta ocasión Carrie y el Mr.Big deciden casarse, pero ambos se llenan de inseguridades y es entonces cuando Big decide marcharse a la hora de la boda. Ella al saber lo que pasa se marcha también; se cruzan en la calle sus autos y ambos se detienen y él se excusa, comienza a decir que se equivocó, que ahora sí sabe que quiere casarse, pero ella le golpea con el ramo de novia y no quiere verle más.

Por otra parte Miranda , cuando el marido, arrepentido, le manifiesta que se ha acostado con otra mujer, lo bota de la casa y no quiere volver a hablar con él, no acepta excusas, o sea, otro orgullo herido que no acepta errores muy a pesar de que apenas si le dejaba tocarla porque siempre tenía que hacer algo, siempre excusas.
En cuanto a Samantha, lo único que sabe es disfrutar del sexo, y lo tiene con un actor, pero de buenas a primeras lo abandona, porque no sabe qué hacer y se está enloqueciendo al ver desnudo al latino vecino a cada rato, y cambia del sexo al comer desaforado.


La única que en matrimonio es normal es Charlotte, pero, como al parecer no se atrevieron a meterla en otro problema como a sus amigas, entonces la convierten en una paranoica de la higiene que cuando está en México, y en un hotel 5 estrellas, sólo come productos norteamericanos envasados por miedo a contagiarse de algo, lo que sea. O sea, una histérica imbécil.

En resumen el filme es una suma de situaciones disparatadas que ya ha tenido serias críticas, púes su narración se desarrolla con lentitud, sin mencionar las actuaciones, las cuales hasta resultan fingidas.